Para los católicos todos los viernes del año son días de abstinencia

Muchos saben que todos los viernes del tiempo de Cuaresma, así como en Miércoles de Ceniza y Viernes Santo, los católicos practican la abstinencia, por lo que no comen carne. Sin embargo, quizá es poco conocido que esta costumbre penitencial se extiende a todos los viernes del año.

El Código de Derecho Canónico, ordenamiento que regula la organización de la Iglesia católica y las facultades y obligaciones de sus miembros, establece en su canon 1250 que “en la Iglesia Universal, son días y tiempos penitenciales todos los viernes del año y el tiempo de Cuaresma”.

A continuación, en el canon 1251, el Código detalla que “todos los viernes, a no ser que coincidan con una solemnidad, debe guardarse la abstinencia de carne, o de otro alimento que haya determinado la Conferencia Episcopal”.

Además, precisa que “ayuno y abstinencia se guardarán el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo”.

Los viernes resultan siendo días que los fieles podemos unirnos a nuestro Señor en su pasión contemplando los misterios dolorosos del santo rosario o rezando el tradicional vía crucis. Ciertamente podríamos sustituir esta práctica penitencial por otra práctica piadosa, sin embargo, la abstinencia de carne cada viernes constituye una laudable tradición que nos ayuda a profundizar en nuestros deberes y sacrificios de cara a la extensión del reinado de nuestro Señor Jesucristo y la defensa de sus derechos sobre el orden temporal. Y es que si Cristo no reina en nuestras almas, cualquier apostolado que realicemos se reducirá a mero activismo. En este sentido decía el P. Alba «La verdadera cuaresma es la mortificación de los sentidos para llegar así a la vida interior, a la unión con Cristo.«

Y en otro momento también decía:

«Bendita Cuaresma, que nos enseña a recogernos hacia dentro. Bendita Cuaresma, que nos recuerda a Jesús en el desierto sin hacer nada. Solamente orando. Pídele a la Virgen María, que se quedó sola en Nazaret, el don de la oración. Todas las cosas pasan porque no hay oración, porque no dedicamos tiempo a estar a solas con Él.»

Samuel Soldevilla

Samuel Soldevilla

Casado desde el 2019 con una maravillosa mujer, padre de familia y seglar comprometido con la instauración del Reinado Social de Cristo. Con formación teológica, filosófica, jurídica y musical. A pesar de sus múltiples defectos y limitaciones trabaja como si todo dependiera de él sabiendo que todo depende de Dios.
Samuel Soldevilla

Samuel Soldevilla

Casado desde el 2019 con una maravillosa mujer, padre de familia y seglar comprometido con la instauración del Reinado Social de Cristo. Con formación teológica, filosófica, jurídica y musical. A pesar de sus múltiples defectos y limitaciones trabaja como si todo dependiera de él sabiendo que todo depende de Dios.